domingo, 5 de julio de 2020

Aromaterapia y aceites esenciales

Desde que nacemos, los olores marcan nuestra vida. Un aroma percibido en una calle perdida nos transporta a momentos de la infancia compartidos en familia; el olor a hierba mojada después de una tormenta, nos provoca paz, calma y ganas de respirar profundamente.

El olfato es un sentido poco valorado, pero tiene el poder de cambiar rápidamente nuestras emociones.

Se trata del sentido más sensible que tenemos, ya que la conexión cerebral ocurre de manera inmediata. Muchas investigaciones destacan emociones que los olores provocan debido a la estimulación del cerebro humano.

Algunos de los beneficios más conocidos se asocian con relajación, felicidad, alegría y auto-confianza.



Cuando recibimos un olor, este estímulo se dirige al sistema límbico del cerebro, lugar donde habitan el olfato, la memoria y los instintos básicos. Esta zona de nuestro cerebro influye en nuestros comportamientos, aunque siempre de manera subconsciente.

Por eso la ciencia asocia los olores que percibimos con nuestro estado psicológico para provocar una serie de emociones concretas.

Este proceso funciona por la propia neuroquímica del cerebro, desencadenada por los olores percibidos, también influencia los aspectos cognitivos como la percepción, identificación o asociaciones culturales. Este último puede ejercer una poderosa influencia en las reacciones emocionales del sujeto, por lo que resulta de especial interés. Los olores identifican países, lugares, personas e incluso religiones.



Antes de que la Humanidad entendiera cómo funcionan los aromas en el cerebro, las esencias se han usado desde la antigüedad para agradar a los dioses y divinidades; también se utilizaron para purificar ambientes, alejar influencias negativas y, en un plano más avanzado, para despertar estados de conciencia.

Todos los aromas influyen en las personas y pueden transferirse por medio de perfumes, óleos, sahumerios, velas o inciensos.



La aromaterapia es el uso de los aceites esenciales de las plantas para mejorar el equilibrio de la mente, el cuerpo y el espíritu. La usan los pacientes de cáncer para mejorar la calidad de vida y reducir la tensión, la ansiedad, el dolor, las náuseas y los vómitos que causa el cáncer y su tratamiento. La aromaterapia se puede usar con otros tratamientos complementarios, como la terapia de masaje y la acupuntura, así como también con los tratamientos médicos estándar para el control de los síntomas.

Los aceites esenciales son la parte que contiene la fragancia de las plantas y suele estar debajo de la superficie de las hojas, la corteza o la cáscara. La fragancia se libera cuando la planta se tritura o pasa por un proceso especial con vapor.

Cada aceite esencial de una planta tiene una composición química diferente que determina cómo huele, cómo se absorbe y cómo afecta el cuerpo.

Los aceites esenciales son muy concentrados. Por ejemplo, se necesitan cerca de 220 libras de la flor de lavanda para obtener una libra de aceite esencial. El aroma de los aceites esenciales desaparece pronto si se los deja al aire libre.

¿Cómo se administra la aromaterapia?
La aromaterapia se usa de varias maneras.

Inhalación indirecta: el paciente aspira un aceite esencial mediante el uso de un difusor, que sirve para dispersar el aceite esencial por el aire, o aplicando gotas sobre un tejido o un trozo de algodón en un lugar cercano.

Inhalación directa: el paciente aspira un aceite esencial mediante el uso de un inhalador individual con gotas de aceite esencial que flotan sobre agua caliente.

Masaje: masaje de aromaterapia de la piel con uno o más aceites esenciales que se diluyen en un aceite portador.

Los aceites esenciales también se mezclan con sales de baño y lociones, o se aplican a vendajes.

Hay algunos aceites esenciales que se usan para tratar afecciones específicas. Sin embargo, los tipos de aceites esenciales que se usan y la forma en que se combinan varían según la experiencia y la destreza del aromaterapeuta.



¿Se ha llevado a cabo algún ensayo clínico sobre la aromaterapia?
En los ensayos clínicos de aromaterapia, se ha estudiado su uso en el tratamiento de la ansiedad, las náuseas, los vómitos y otras afecciones en pacientes de cáncer. No hay estudios publicados sobre el uso de la aromaterapia para tratar el cáncer en revistas científicas con revisión externa.

Los estudios sobre aromaterapia mostraron resultados contradictorios. En algunos estudios se describen mejoras del estado de ánimo, la ansiedad, el sueño, las náuseas y el dolor. En otros estudios se informó que no hubo cambios en los síntomas por el uso de la aromaterapia.

Estudios sobre ansiedad y depresión
 En un ensayo con 103 pacientes de cáncer, se estudiaron los efectos del masaje en comparación con el masaje con aceite esencial de manzanilla romana. Dos semanas más tarde, se observó una disminución de la ansiedad y una mejora en el grupo que recibió un masaje con aceite esencial. El grupo que solo recibió masajes no obtuvo el mismo beneficio.

En otro estudio de 58 pacientes con varios tipos de cáncer que asistieron a 6 sesiones de aromaterapia, se encontró disminución de la ansiedad y depresión en comparación con el estado anterior a las sesiones.

En un ensayo controlado aleatorizado se estudiaron los efectos de la aromaterapia inhalada sobre la ansiedad durante la radioterapia. Participaron 313 pacientes asignados al azar a recibir aceites esenciales de lavanda, bergamota o cedro. No hubo diferencia en la depresión o ansiedad notificadas entre los grupos.



Estudio sobre sueño
Los pacientes con diagnóstico reciente de leucemia mieloide aguda que estaban hospitalizados para recibir quimioterapia intensiva, inhalaron un aceite esencial mediante un difusor, por la noche durante 3 semanas. Los pacientes pudieron elegir entre lavanda, hierbabuena o manzanilla. Se informaron mejorías en el sueño, el cansancio, la somnolencia, la falta de apetito, la depresión, la ansiedad y el bienestar.

Estudio sobre boca seca
El yodo radiactivo puede dañar las glándulas salivales. El aumento de la producción de saliva durante el tratamiento quizás disminuya el daño a las glándulas salivales. En un ensayo controlado aleatorizado, los pacientes que inhalaron una mezcla de aceites esenciales de limón y jengibre tuvieron un aumento de la producción de saliva en comparación con el grupo de placebo.

Estudios sobre náuseas y vómitos
En un estudio con mujeres que recibían quimioterapia para el cáncer de mama, se observó que la inhalación de aceite esencial de jengibre alivió un poco las náuseas agudas, pero no disminuyó los vómitos ni las náuseas crónicas.

En un estudio con niños y adolescentes que inhalaron aceite esencial de bergamota en el momento de recibir una infusión de células madre, se informó de un aumento de la ansiedad y las náuseas, y ningún efecto en el dolor. En un estudio con pacientes adultos, se observó que saborear u oler rodajas de naranja en el momento de recibir una infusión de células madre fue más eficaz para reducir las náuseas, las arcadas y la tos que inhalar un aceite esencial de naranja.

Estudios sobre síntomas relacionados con los procedimientos
Se asignó al azar a mujeres sometidas a biopsias de mama a recibir gotas de aceites esenciales de lavanda y sándalo, o de naranja y menta, que se colocaron en un paño de fieltro adherido a su bata hospitalaria o un paño de fieltro sin aroma. Las mujeres que recibieron el paño de aromaterapia con lavanda y sándalo tuvieron menos ansiedad que las mujeres que recibieron el paño de aromaterapia con naranja y menta, o el paño sin aroma.

En un estudio de aceite esencial de lavanda y aceite esencial de eucalipto inhalados, o ningún aceite esencial en pacientes de cáncer que tenían agujas introducidas en un catéter central de acceso venoso, quienes inhalaron el aceite esencial de lavanda informaron que sentían menos dolor.

¿Hay informes sobre los riesgos o efectos secundarios de la aromaterapia?
En los estudios sobre la inocuidad de los aceites esenciales, se observan muy pocos efectos secundarios o riesgos cuando se siguen las instrucciones para su uso.

A veces ocurren respuestas alérgicas e irritación en la piel cuando los aceites esenciales están en contacto con la piel por mucho tiempo. Tal vez se produzca sensibilidad al sol cuando se aplican aceites esenciales cítricos o de otro tipo sobre la piel antes de estar al sol.

Se encontró que los aceites esenciales de lavanda y del árbol del té presentan efectos parecidos al estrógeno (hormona sexual femenina) e impiden o disminuyen los efectos de los andrógenos (hormonas sexuales masculinas). En un estudio, se observó que aplicar aceites esenciales de lavanda y del árbol del té sobre la piel durante mucho tiempo se relacionó con un agrandamiento de la mama en varones antes de la pubertad.

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